Hugo de Martin Scorcese

Scorcese no solo homenajea a la obra de George Melies sino al séptimo arte en general, incluyéndose en esa mezcla, como un ejercicio ególatra bien ejecutado.

La escena inicial del reloj formando a París recuerda a "Gangs of New York" y a la mano formando a Nueva York, y la persecución en la torre del reloj homenajea a "Shutter Island" y a su persecución en el faro.

El acostumbrado cameo de Scorcese como el fotógrafo de George Melies es el guiño con el cual el auteur deseó homenajear al pionero, reflejándose en la carga emocional que se le imprime a la película con el personaje que ejecuta a Rene Tabard, este periodista que se siente inspirado por Melies, logrando darle el toque especial a esta película como un homenaje no solo a la historia del cine, sino del arte, de la literatura, de los sueños y la dura realidad del artista.

Bien se sabe que esta es una adaptación de una novela gráfica infantil, la cual se ajusta como anillo al dedo para Scorcese, él cual trabaja como restaurador fílmico y hace parte del panteón de los mejores directores de cine de la historia, agradeciéndole a su hija que le mostró el libro, y ejecutando una obra para toda la familia, con su toque nostálgico.

Los homenajes a otras películas francesas, como "Los 400 golpes" y los comics de La Pantera Rosa y Tin tin, además de los libros "David Copperfield", "Robin Hood" y las historias de Jules Verne son notables; al igual que las cintas de Tim Burton y la banda sonora de Howard Shore similar a una partitura de Danny Elfman.

Es un hermoso ejercicio nostálgico, personal, en donde el 3D sobra,y los extraños acentos británicos no empañan la cinta, con personajes que no trascienden más allá, pero que son errores pequeños frente al hermoso homenaje a George Melies, al cine y al arte y su aventura la cual es el trayecto para cumplir los sueños.