El choque entre dos culturas distintas, dos razas distintas, dos continentes distintos, dos mundos distintos, entre los que anhelan ver el paraíso y los que lo tienen frente a sus ojos, entre las mentes cuyo conocimiento se resume en las hojas de los árboles que los cobijan, y entre la mente de una persona que habitaba en un reino de mentalidades cerradas y erradas, acalladas bajo la gran cruz de la Santa Inquisición, una mente que vió más allá de lo que sus ojos percibían, y que plasmó tanto en una naranja las ideas de su visión como en papel, un gran cronista, aquel que anotaba en un diario lo que lo maravillaba diariamente en ese gran escritorio llamado América o Nuevo Mundo, un gran escritor, cronista, literato, pensador, uno que no fue profeta en su país de falsos profetas, Cristóbal Colón.
La hermosa película de Ridley Scott, 1492: La conquista del paraíso, sirve como un libro, un documento, un manuscrito que se va abriendo lentamente y nos muestra la belleza plasmada en sus páginas, dos horas y media se hacen un poco cortas debido a su importancia como obra de arte y como documento de la vida de Cristóbal Colón, la crueldad y ceguera de la Iglesia Católica, el descubrimiento de América y sobre todo, los inicios de la narrativa hispanoamericana como tal.
La escena en la que Colón redacta su diario y arranca un retazo en donde el había retratado a Utapan, su fiel traductor, se puede simbolizar como un traspaso de la tradición literaria española al gran imaginario latinoamericano, aunque quedan sonando las palabras de Utapan a Colón cuando este primero se revela a las ambiciones de este último y a la codicia asesina de los españoles: -Tu nunca aprendiste a hablar mi lengua-, creo que el resultado hubiera sido distinto.
Al final, después de la muerte, el asombro, la sed de oro, el asco, la rabia, el dolor; a Cristóbal Colón solo le quedaban su orgullo de haber logrado probar su teoría y acallar a los necios que redactaban a diario teorías sin intentar descubrirlas, a los que mediante fuego, sangre, horcas, infundían temor, mantenían la ignorancia, apaciguaban las mentes sedientas por conocimiento; y al final solo le quedaron a Colón los recuerdos de una memoria que no quiso quedarse quieta un segundo y cuyo hijo desenhebró recuerdo por recuerdo para redactar sus memorias y darle el lugar que se merecía en la historia.
Cabe resaltar que Colón convertía sus crónicas en un gran trabajo epistolar, se comunicaba constantemente en cartas con las personas que sabría que lo entenderían, con aquellos que no le huían a lo nuevo que le revelarían a las letras, ellos se convertirían, sin saberlo, en los primeros lectores de un nuevo movimiento literario: la literatura hispanoamericana.
Para terminar, nos dimos cuenta que la ambición de Colón no fue en vano, lo que fue una materia sin importancia para un reino que se deshacía en su sed de riquezas y que prefirió en un principio no financiar este viaje y financiarse dos banquetes reales para alimentar a los asesinos bajo el nombre de Dios que se llamaba Iglesia Católica se convirtió después en un gran relato para contarle a nuestras generaciones, así nos hallan llegado a conquistarnos, masacrarnos y cegarnos con esa gran falacia que es la religión católica, no hay que negar la importancia de Cristóbal en la literatura, en nuestras vidas, y sobre la Conquista, creo que todo se resume en la frase de Colón :-“El paraíso y el infierno se encuentran en la tierra, de ti depende que camino coger.”-
Este documento valioso sirvió para plasmar uno de los retratos mas bellos en la historia del cine: 1492: La conquista del paraíso, del director de Gladiador y Alien, Ridley Scott, una película que sorpresivamente fue un fracaso de taquilla y no ganó oscares, creo que acabo de darme cuenta que camino escogimos.
La hermosa película de Ridley Scott, 1492: La conquista del paraíso, sirve como un libro, un documento, un manuscrito que se va abriendo lentamente y nos muestra la belleza plasmada en sus páginas, dos horas y media se hacen un poco cortas debido a su importancia como obra de arte y como documento de la vida de Cristóbal Colón, la crueldad y ceguera de la Iglesia Católica, el descubrimiento de América y sobre todo, los inicios de la narrativa hispanoamericana como tal.
La escena en la que Colón redacta su diario y arranca un retazo en donde el había retratado a Utapan, su fiel traductor, se puede simbolizar como un traspaso de la tradición literaria española al gran imaginario latinoamericano, aunque quedan sonando las palabras de Utapan a Colón cuando este primero se revela a las ambiciones de este último y a la codicia asesina de los españoles: -Tu nunca aprendiste a hablar mi lengua-, creo que el resultado hubiera sido distinto.
Al final, después de la muerte, el asombro, la sed de oro, el asco, la rabia, el dolor; a Cristóbal Colón solo le quedaban su orgullo de haber logrado probar su teoría y acallar a los necios que redactaban a diario teorías sin intentar descubrirlas, a los que mediante fuego, sangre, horcas, infundían temor, mantenían la ignorancia, apaciguaban las mentes sedientas por conocimiento; y al final solo le quedaron a Colón los recuerdos de una memoria que no quiso quedarse quieta un segundo y cuyo hijo desenhebró recuerdo por recuerdo para redactar sus memorias y darle el lugar que se merecía en la historia.
Cabe resaltar que Colón convertía sus crónicas en un gran trabajo epistolar, se comunicaba constantemente en cartas con las personas que sabría que lo entenderían, con aquellos que no le huían a lo nuevo que le revelarían a las letras, ellos se convertirían, sin saberlo, en los primeros lectores de un nuevo movimiento literario: la literatura hispanoamericana.
Para terminar, nos dimos cuenta que la ambición de Colón no fue en vano, lo que fue una materia sin importancia para un reino que se deshacía en su sed de riquezas y que prefirió en un principio no financiar este viaje y financiarse dos banquetes reales para alimentar a los asesinos bajo el nombre de Dios que se llamaba Iglesia Católica se convirtió después en un gran relato para contarle a nuestras generaciones, así nos hallan llegado a conquistarnos, masacrarnos y cegarnos con esa gran falacia que es la religión católica, no hay que negar la importancia de Cristóbal en la literatura, en nuestras vidas, y sobre la Conquista, creo que todo se resume en la frase de Colón :-“El paraíso y el infierno se encuentran en la tierra, de ti depende que camino coger.”-
Este documento valioso sirvió para plasmar uno de los retratos mas bellos en la historia del cine: 1492: La conquista del paraíso, del director de Gladiador y Alien, Ridley Scott, una película que sorpresivamente fue un fracaso de taquilla y no ganó oscares, creo que acabo de darme cuenta que camino escogimos.
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