Los cabrones de Akercocke pavimentaron a lo largo de su carrera este requiem satanista, que con sensualidad, inteligencia, esnobismo y maestría celebran al Anticristo en su esencia.
El altar de la mujer, la poesía, la música, las travesías nómadas hacía las sonoridades orientales en la búsqueda de la verdad.
Este álbum es un viaje hacía las pasiones humanas más recónditas, y con su burla de vestir al metal extremo de trajes de diseñador, exponen su obra maestra, llena de delicattessen, amenizando el ritual con el increíble rango vocal de Jason Mendonça que se pasea por el black, death , grind y progressive, y el increíble nivel musical de los miembros de la banda que navegan por lo melódico a lo extremo, pasando incluso por lo industrial en el track "The Dark Inside", en fin, ellos son el Opeth del satanismo (Prueba el track "Epode").
Aléjense de los preceptos y estereotipos del metal, este álbum se hizo para el deleite epicureo. (Especial atención a Axiom con un video dirigido por los miembros de la banda y la apoteósica "My apterous angel".
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