viernes, 15 de abril de 2011

Cruzando el portón

La Compañía de teatro El Portón UFPS me hizo recordar a la alegoria de Kim Ki Duk sobre el portón budista en su pelicula "Las estaciones de la vida", al lado del portón puedes entrar, pero lo genial es cuando cruzas ese portón por ti mismo, creo que esa impresión es asumida por quienes entran ahí, al menos lo logró en mi que era un espectador más ese día.
Llegué de casualidad,creo que como todos, un domingo solitario porque ese día las calles estaban vacías, jugaba el Cúcuta Deportivo, era el único en la vetusta buseta, no veía llegar a la persona que me invitó a cruzar el portón, temía lo peor, devolverme a casa en un domingo cualquiera.
De repente llegó Carlos Carvajal, director del grupo de teatro "El Portón UFPS", serio, me dijo que no había ensayo, solo exhibición. Su semblante me hizo parecer que tenía que devolverme cabizbajo, pero de repente surgió su humanidad característica y me invitó a pasar, y ahí llegaba también la persona que me invitó.
Eso sí, recordé que el teatro en Cúcuta se hace con las uñas (soy sobrino de dramaturgo), así que sabía que si entraba, era a colaborar, así fuera a cargar los utensilios en el escenario.
Algo hermoso del arte, se es ingeniero, comunicador, contador, se ejerce lo que sea dentro del corre-corre de la obra. Carlos Carvajal, de la misma manera que forjó los baños de la adaptación de la obra "Baño de damas" del venezolano Rodolfo Santana, también forjó a los actores, en su mayoria mujeres, que se acogieron en su ala, y con sacrificio, como el arte en Cúcuta, hoy cosechan frutos.
Bueno, ayudé a desarmar la utileria, me acomodé en esa van estilo de los años 60, de esas compañías de teatro hippies, y eso si, recibí mucho amor de los actores, cordialmente me invitaron a seguir, aunque no se si paz, porque como todo estudiante colombiano, el viaje fue, como diriamos todos "una recocha".
Ibamos para Ureña, la obra se exhibiría en la Casa Andrés Bello, después de haber sido elogiada en un Festival de Teatro en Ocaña, en octubre del año 2010, en la sede de este municipio de la Universidad Francisco de Paula Santander.
Todos estaba preparándose, lo malo es que no había chicha para refrescar neuronas, y afuera estaba oscuro, pero adentro había luz, y personas, que era lo más importante, yo cámara en mano, a pesar de lo pésimo fotografo que soy, debido a que la persona que me invitó, excelente fotografa, estaba preparándose para ser Fabiana, una de las tantas mujeres que aparece en esa obra.
Sofía Sanabria interpreta a Fabiana, ella nos cuenta como fue entrar en los tacones de esta madre cabeza de hogar que tiene una conflictiva relación con su hija, y con el eje principal de las múltiples conversaciones entre las damas de esta obra...Los hombres:
"No hubo necesidad de un casting, el profesor habia previamente evaluado aptitudes y actitudes de cada uno de los integrantes del Teatro El Portón y pues asignó a cada uno el personaje que se acomodaba a las capacidades de interpretar. El casting que se realizó fue un poco diferente al habitual ya que, bueno en mi caso, el personaje que interpreté se acomodaba un poco a mi personalidad, se llama Fabiana, el director Carlos Carvajal trató de darme lo que mejor se acomodara a mis capacidades. En mi caso mandé a hacer un vestido con las características que consideraba apropiadas para mi personaje Fabiana, las voces, hubo una serie de ensayos que aclararon cada personalidad hasta volverla natural"
Se nota que el proceso de casting en esta obra fue decisivo, fui hablando con los actores, y de repente, verlos ataviados en sus trajes fue toda una experiencia. Marina Ramirez, quien interpreta a Marines, explicó que crear el personaje, en su vestuario y tonos dependía de cada actor:
 
"Con mi personaje fue complicado. A mí primero me habían asignado otro papel, el de Nora, pero luego hicieron modificaciones y me dieron el papel de Marinés. El profesor confío en mí y era una responsabilidad muy grande sacar bien el personaje, fue díficil al principio porque yo soy una persona muy pasiva y Marinés es mi polo opuesto, pero ensayo tras ensayo fui mejorando."
Maria Ramírez, interpreta a una conflictiva muchacha, que tergiversa la idea de rebeldía con libertinaje, es cocainómana y su vida sexual ha empezado algo temprano, su amiga es una chica con despertares de lesbianismo llamada Dilka, interpretada por Leidy Pérez, y achaca todos sus errores a su madre Fabiana, interpretada por Sofía Sanabria, la cual lleva a cabo encuentros clandestinos con hombres, ambas descubriran que saben mas de lo normal la una de la otra, y esto desencadenará reacciones inesperadas, pero eso sí, humanas.
Historias así, reales, llevadas a cabo con humor negro, son ejecutadas con ternura, en una obra muy femenina, si no que lo diga Gian Franzua Zarza, quien sin pelos de su peluca en la lengua se coloca en los tacones de Gaviota, y en el rol de Rolando, el mesonero :"Ya le digo que no me llamo Rolando, soy toda una mujer" e interpreta sin aspavientos a un travesti que se roba el show, al ritmo de "Y todos me miran" de Glora Trevi.
Según Marina Ramirez:
"Él presentó el casting para ese papel y quedó entre el elenco, primero que todo por su contextura, y algunos rasgos de la cara y obviamente porque hacía muy bien su papel. El vestido se lo prestó una modelo."
Y así, una empleada de servicio que eternamente friega ese baño de damas y escucha las historias de un mesonero/travesti, una ebria desconsolada, una lesbiana, una actriz de telenovelas, una madre e hija conflictiva, dos esposas de políticos, dos amantes de políticos, la hija de la empleada y el político en si se unen en un escenario minimalista, construido con esfuerzo por esta compañía de teatro, cuyo esfuerzo es recompensado con elogios.
Ese día se devolvieron a Cúcuta sobre la van iguales de canzones, pero félices, la UFPS y Cúcuta se llevaban otro reconocimiento en teatro, no sin antes haber desarmado los escenarios, así que otra vez volví al mundo real, cansados, pero llenos de esa satisfacción que el arte otorga.
Tuve la suerte de repetirme la obra, esta vez en el Auditorio Eustorgio Colmenares de la UFPS, casa llena, ovaciones de pie, como siempre, Carlos Carvajal surge al final de la obra y es recompensado por mostrar como la mujer es arte, y por mostrar ese mundo secreto que se oculta tras un portón y tras un baño de damas.
 
  
 http://www.flickr.com/photos/60672153@N08/

Fotos de la compañía de Teatro El Portón
 
 

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