Playa Kitano
Cuando decidí retirarme a una playa para dejar que el mar trajera en sus olas la inspiración necesaria para evadirme y pulir mi obra, apareció de la nada Takeshi Kitano, con un traje de diseñador italiano impecable, un caballete y lienzo en su mano izquierda, en la otra una maleta negra, y la espada- bastón roja del samurai Zatoichi (El espadachín ciego).
Su rostro, inexpresivo como siempre, con su mirar melancólico y contemplativo, tal vez él no notaba la fascinación que le demostraba en ese instante.
Miré atrás para ver si las cámaras lo acompañaban, tal vez era un plano lejano, pero es seguro que ninguna de sus obras tienen secuela, ama los finales, como todo pintor, sabe que cuando una pintura termina, no hay necesidad de poner encima del lienzo el pincel, la idea está ahí, gestada, inerte, depende del espectador contemplarla.
Konnichiwa Takeshi Kitano sama, I really admire your work
El no decía nada, solo puso el caballete frente a esa enorme playa, observó todo con esos intrigantes ojos, abrió la maleta, al tacto intentó sacar algún material, yo sospeche que era pintura para su cuadro.
-Akai- Dijo.
Sacó de un tajo su espada samurai cortándome, lo último que pude notar fue sus fascinantes ojos, llenos de una ira tan roja como mi sangre que manchaba el cuadro, firmándolo con ella, colocando el kanji de rojo, el cual comprendí en ese momento que era Akai, luego él sacó una pistola de la maleta y se voló los sesos, dejando su sangre esparcida sobre mi.
(1) “- Hola Takeshi Kitano, realmente admiro su obra-”: Director, actor y pintor japonés.
Breve retrospectiva de los pocos filmes que he visto del director.
はなび [Hana-bi: Flores de fuego] (1997)
Los niveles de suspenso y silencios son manejados magistralmente, Kitano construye un personaje que con su inexpresividad y violencia logra conmovernos, al igual que un guión perfecto. Confunde un poco el montaje, pero creo que lo hizo a proposito para perdernos en su hermosa, redentora y violenta historia acerca del peso de la culpa, el perdón y el amor.
ドールズ [Dolls - Marionetas] (2002)
Hermosa, y a pesar de su meditado metraje, se queda corta, queremos más de estas historias de un AMOR que significa Dolor, redención, amores que solo se ven en lo sublime del cine oriental.
Eso es lo que somos, marionetas bunraku controladas por nuestros sentimientos, sublime película que nos deja hiperventilando.
Eso es lo que somos, marionetas bunraku controladas por nuestros sentimientos, sublime película que nos deja hiperventilando.
座頭市 [The Blind Swordsman: Zatoichi] (2003)
Takeshi Kitano homenajea con su particular (y bizarro, gore, slasher) sentido del humor y particular visión sobre el cine, no solo a este personaje memorable del cine japones, sino a su propia obra.
Es un divertimento del director, al que se le vale hasta incluir un número musical que parece un ballet bollywoodense/tap/hip hop, que es valido porque el final se suponía que era el inicio de un festival, aunque se le veía raro, igual que los litros y litros de sangre computarizada.
Es una obra desigual, pero conserva la poética de Kitano,y su particular visión del mundo, pero recomiendo mas Hana-bi y Dolls.
Es un divertimento del director, al que se le vale hasta incluir un número musical que parece un ballet bollywoodense/tap/hip hop, que es valido porque el final se suponía que era el inicio de un festival, aunque se le veía raro, igual que los litros y litros de sangre computarizada.
Es una obra desigual, pero conserva la poética de Kitano,y su particular visión del mundo, pero recomiendo mas Hana-bi y Dolls.
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– (1) Le dije con el poco japonés que se, pensando que mi inglés era comprensible.

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